Cp. IV: DRAMATIZACIÓN

P1080106


En aquel lejano país, no dominaban aún el lenguaje hablado y escrito, pero por ello, no podemos decir que los chicos y chicas se aburrieran, todo lo contrario. Se reunían todas las tardes pues por las mañanas, aunque no tenían escuelas, debían  ayudar a sus padres en las tareas del campo: sembrar, cuidar las plantaciones, regando o retirando las malas hierbas, recolectar los frutos y atender a los animales.
Eran trabajos que hacían con gusto, porque amaban la Naturaleza y valoraban mucho a las plantas y a los animales, sabiendo como sabían que de ellos dependían sus vidas.
Pero por las tardes, era cuando mejor lo pasaban. Se juntaban en una cabaña construida para ellos y ellas. Una cómoda y amplia cabaña, rodeada de árboles, en la orilla de un caudaloso río.
En ella se reunían y  planificaban sus actividades: fabricaban pitos de caña o tambores utilizando las pieles de los animales. Trenzaban cuerdas o hacían vasijas de arcilla que luego cocían en un horno de leña. 

Las dos actividades que más les gustaba eran: Dibujar todos los objetos que veían, formando paisajes o dramatizar los  cuentos que inventaban aprovechando el dominio que ya tenían de los sonidos onomatopéyicos, de las interjecciones y con la ayuda de los  instrumentos musicales que fabricaban.  

·       Antes de empezar la dramatización de pequeñas historias, repasaremos la representación de los principales conceptos  estudiados en los capítulos anteriores y nos plantearemos como hacer los nuevos que puedan aparecer en los cuentos que vamos a dramatizar, usando si es necesario los instrumentos de percusión, pitos o flautas...

ACCIONES A REPRESENTAR:

Ø    Cerrar una puerta con fuerza.
Ø    Cómo suena la marcha o carrera de las personas
Ø    Chapotear en el agua.
Ø    Nadar en el río
Ø    Caballos al galope.
Ø    Un concierto de pájaros.
Ø    Sentir el cálido sol en el cuerpo.
Ø    Estar alegres, tristes, cansados.
Ø    Tropezar y caerse.
Ø    El zumbido de un mosquito y su picadura y caza.
Ø    Cómo suena el viento.
Ø    Como transformarnos en hojas muertas llevadas por él
Ø    Repasamos la formación de un aguacero.
Ø    Los truenos de una tormenta.
Ø    Subir o bajar de los árboles.
Ø    Cañas o carrizos  movidos por el viento.
Ø    El zumbido de un enjambre de abejas.
Ø    Los graznidos de una bandada de cuervos.
Ø    Imitar el vuelo de los pájaros golpeando rápida y acompasadamente el dorso de la mano con la palma de la otra…
Ø    Contemplar extasiados unas bonitas flores.
Ø    Oler las plantas aromáticas.
Ø    El huir de unos  patos con sus cuac, cuac, cuac, que salen volando de una laguna.
Ø    Marcar un acompasado ritmo con los pies y las palmas




¡QUÉ BIEN, UN RÍO!


·       Dividimos la clase en tres o cuatro grupos. A cada uno se le da el texto de una pequeña dramatización y un tiempo para que la preparen. Dentro del grupo, una parte se dedica a la representación, pudiendo usar solamente el lenguaje del cuerpo e interjecciones y otra a la producción de sonidos: onomatopeyas,  y percusión, para lo que dispondrán de algunos instrumentos musicales como: panderos, chinchines, crótalos, cajas chinas, timbales, flautas, pitos de caña etc.  

Se elije un narrador o narradora que vaya leyendo lentamente el texto con grandes pausas coincidentes con los puntos suspensivos, que permitan su dramatización. También puede dividirse la clase en cuatro grupos. Se representa una dramatización por cada dos equipos. Uno hace los efectos especiales y el otro representa la obra y viceversa.
Transcurrido un tiempo, cada grupo representa su obra.



DRAMATIZACIÓN    1ª

Ø  Salimos al valle, cerrando con fuerza  la puerta de la cabaña… Corrimos,  para ver quien era el primero que llegaba al remanso del río… Nos quitamos la ropa… y empezamos a nadar… Chapoteábamos en la orilla…  y nos sumergíamos, buscando en el fondo pequeñas piedras de colores…     
En la alameda, junto al río, multitud de pajarillos, nos daba un concierto con sus melodiosos trinos… y llegaban a nuestros oídos los sonidos de lejanos tambores…
Nos sacudimos el agua del cuerpo… y nos tumbamos al sol para secarnos… ¡Qué delicia, sentir sus rayos  en todo el cuerpo!..
Estábamos alegres de poder disfrutar de una tarde tan maravillosa…
De la aldea llegaban los sonidos de lejanas campanas…
Nos pusimos la ropa… y nos dirigimos lentamente al poblado, mientras silbábamos acompasadamente una pequeña melodía, siguiendo el ritmo de los tambores e instrumentos de percusión…
Cuando llegamos, unos perros nos saludaron con sus ladridos…


DRAMATIZACIÓN    2ª

Ø    Habíamos salido aquella tarde de la aldea, silbando una bonita melodía, acompañada con nuestros instrumentos de percusión… para dirigirnos al bosque encantado de los gigantescos árboles centenarios…

Por el camino nos sorprendió un viento huracanado que ululaba y soplaba con fuerza, frenando nuestro avance… y zarandeándonos de un lado para otro como si fuéramos hojas muertas….
En el cañaveral, las cañas se balanceaban de tal forma que parecía que fueran a partirse. Nos pusimos a imitarlas…

Negros nubarrones aparecieron en el horizonte presagiando  una tormenta. En la distancia se oían ya los primeros truenos…
En breves segundos empezamos a sentir las primeras gotas de agua golpeando nuestras caras… (el  grupo  percusionista imita la lluvia con los dedos) para ir arreciando más y más transformándose en un fuerte aguacero…
Corrimos con todas nuestras fuerzas para refugiarnos en una pequeña cueva… pero al ir a entrar, una loba y su manada nos dieron un buen susto con sus aullidos y afilados colmillos…
Volvimos a correr despavoridos…
Por fin la lluvia iba amainando, hasta convertirse en pequeñas gotitas de agua…
Sacudiendo nuestras empapadas ropas…, volvimos al sendero en el momento en  que una manada de jabalíes, como caballos desbocados se nos echaba encima…
Corrimos una vez más…  para trepar a los primeros árboles junto al camino…
¡Vaya tardecita! ¡Y pensar que íbamos al bosque en busca de aventuras!

La manada se alejaba… y pudimos bajar de los árboles…
para dirigirnos a la aldea… Los últimos truenos de la tormenta,  apenas se percibían en la distancia…
Se oía cada vez con más fuerza el repiqueteo de las cercanas campanas…

Al llegar a nuestra cabaña,  tristes por aquella serie de contratiempos, nos desplomamos, cansados, sobre las alfombras del suelo…
Pero pronto nos animamos y al son de los instrumentos hicimos un corro y empezamos a danzar…


INTRODUCCIÓN MUSICAL

 DRAMATIZACIÓN    
Ø    Aquella preciosa tarde de primavera nuestro grupo decidió salir a la pradera para hacer lo que más nos gustaba: dibujar.
Partimos con ilusión, haciendo percusión con nuestros pies  y tocando pitos de caña e instrumentos de percusión… Unos pájaros cantores se unieron a nuestra improvisada orquesta… Nos pusimos a imitarlos…
Hacía una tarde esplendida con un sol radiante que nos hizo sudar, una vez que aligeramos el paso…
Nos sorprendió ver tantas flores con sus vistosos colores y
multitud de mariposas y abejas volando de flor en flor…
Imitemos a las abejas y libemos en las flores…
Silencio… dijo alguien del grupo: oíd el zumbido de las abejas buscando el néctar en las flores de este manzano…
Nos sentamos bajo aquel árbol florido y en completo silencio, disfrutamos del bonito espectáculo… Entonces empezamos a dibujar: árboles, flores, insectos que mágicamente aparecían ante nosotros…
Iniciamos la marcha y por el camino cogimos plantas aromáticas ¿Qué bien huelen!...
De la laguna cercana nos llegaban los cuac, cuac,  de los numerosos patos silvestres…
Una bandada de negros cuervos con sus graves graznidos surcó el cielo azul…
Y una manada de  caballos al galope, se acercaban, tocando el tambor del llano.
Me gustaría ser un caballo dijo alguien y todos se pusieron a trotar…
¿Y si nos damos un baño, sugirió una chica? Corrimos hacia la laguna... Uno de los chicos  tropezó en una piedra y cayó al suelo…
Apenas un rasguño… Sigamos…
Entramos en tropel en las aún frescas aguas…., espantando con nuestros chapoteos a la bandada de patos, que asustados levantaron el vuelo… cuac, cua, cuac…Boquiabiertos, los contemplamos embelesados… Algunos mosquitos de aquella charca, zumbaban a nuestro alrededor, como pequeños helicópteros dispuestos al combate…. Una chica del grupo sintió en su mejilla, la picadura de uno aquellos pequeños vampiros… Pero lo eliminó de un buen manotazo…
Tras un reconfortante  baño, echándonos agua con las manos…, nadando con fuerza hasta el centro de la laguna… regresamos a la aldea, alegres, haciendo percusión con nuestros pies y tocando nuestros pitos de caña al son de los tambores e instrumentos de percusión…
Al abrir la puerta y entrar a nuestra cabaña, cogidos de la mano y al son de las flautas y demás instrumentos, improvisamos una bonita danza tradicional…

·       Por equipos inventan cuentos parecidos y los representan. 

·       Dramatización de cuentos clásicos: Caperucita, Blancanieves, La Bella Durmiente...

CANCIÓN: CAMPANITAS SONARÁN escanear0033 - copia


No hay comentarios:

Publicar un comentario