CARMEN Y ELENA
LA LECTURA: UN PROYECTO SOLIDARIO
Llegué al CEIP. Francisco de Goya de Almería, procedente de un instituto de Roquetas de Mar. Cómo no tenía mucha experiencia con alumnos pequeños y me tocó un primer curso de Primaria, me encontré un poco agobiado con la lectura.
Todos los niños y niñas tenían una cartilla para leer y yo intentaba hacerlo todos los días, pero ¿cuando? Si me dedicaba a leer no podía estar atendiendo los trabajos que realizaban, sus preguntas, correcciones. Leer cada día con todos y todas se llevaba su tiempo. ¿ 5 minutos diarios? Por 25 alumnos supone 125 minutos. Más de 2 horas al día. ¡IMPOSIBLE!
Pero cuando una maestra o un maestro no trabajan aislados, todo tiene solución. Envié correos electrónicos a los compañeros y compañeras del taller de
Dicho y hecho. Me puse en contacto con la tutora de sexto. Se lo contamos a la clase y aceptaron con bastante ilusión. Les explicamos cómo leer con los pequeños evitando el silabeo, procurando que la lectura fuera comprensiva, haciéndoles preguntas, haciéndoles pensar etc.
Fue una maravilla de proyecto.Y no digamos para mí como maestro que me sentí totalmente liberado y feliz. En poco tiempo habían leído toda la cartilla y empezaron a leer los libros de la biblioteca de clase a un ritmo sorprendente Los mayores iban apuntando los libros leídos en el panel de lectura.
Para no estar agobiadas 50 personas en la misma clase, se podía utilizar la clase o salir de ella al espacio común que es bastante amplio. La única condición era hablar muy bajito para no molestar.
Pero como en el mundo del saber, DAR es RECIBIR, los alumnos y alumnas de sexto también avanzaron. No perdieron esa media hora semanal. No solo ganaron en solidaridad y paciencia, sino en amistad. No era raro ver en los recreos que alguien de sexto llevara de la mano o tomada a una chica o chico de primero. También avanzaron en la escritura pues tenían una motivación para escribir: traían escritos una selección de sus textos, poesías, cuentos... que antes de empezar la lectura leían a toda la clase.
Y lo más sorprendente, como nosotros íbamos a la sala de ordenadores y los sextos no, se les ocurrió una brillante idea. ¿ Por qué no ir una vez al mes a las sala de informática en vez de a leer a inventar cuentos por parejas?
Se quedaron sorprendidos, porque los de primero, acostumbrados a hacer sus textos libres y corregirlos en la pizarra, tenían más idea que los sextos en la utilización de los signos de puntuación. DISFRUTAMOS CON AQUELLOS CUENTOS que luego subían a nuestro álbum de flickr, con la correspondiente fotografía.
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VIOLETA Y ANA EN EL CUENTO MÁGICO
Estábamos nosotras: Ana y Violeta, leyendo un cuento. De repente del libro surgiò un gran remolino que nos arrastró y aparecimos dentro del cuento. La historia trataba de una princesa que había sido hechizada y convertida en estatua de oro.
Aparecimos en un campo con un camino que terminaba en un castillo.
Un campesino nos contó la historia de la princesa y decidimos salvarla.
Cuando llegamos al castillo encontramos un hada que nos dijo que las chicas "AV" (Ana y Violeta) salvarían a la princesa. Entonces nos dimos cuenta de que eramos nosotras las que tenìamos que salvarla.
El hada nos diò un espejo, nos guió por un corredor y llegamos al lugar donde se encontraba la bruja. Ella nos lanzó un hechizo, pero pusimos el espejo y rebotó Así todos sus hechizos se rompieron y pudimos volver a
casa, donde nos dimos cuenta ¡Qué sorpresa! que aparecíamos en el cuento.
ANDREA Y MARIAN: ME GUSTARÍA SER UN HADA
Había una vez una niña llamada Mariam a quien le encantaban las hadas y como todos los días estaba leyendo un libro de hadas dijo:
- Deseo ser un hada.
De repente una explosión de luz y de color inundó su habitación. Mariam sorprendida, no sabia que hacer.
El hada se llamaba Andrea y le concedio 3 deseos: - Pide los tres deseos que quieras alcanzar, que yo te los concederé.
En el primero, como queria ser un hada, Andrea le dijo:
- Tu anhelo será concedido.
En un abrir y cerrar de ojos, Mariam era un hada lindísima, con unas alas enormes y una varita preciosa.
Su segundo deseo que era vivir en un castillo, se cumplió.
Por último pidió su deseo más imporante, que el hada se quedase siempre con ella. También se le concedio y juntas las dos, vivieron felices para siempre.
FIN
Terminamos el curso con una fiesta conjunta en la que además de la comida y música, cada alumno y alumna de sexto recibió un regalo de su correspondiente de primero y se crearon unas buenas relaciones afectivas entre mayores y pequeños.
Cómo fue una experiencia muy enriquecedora, al curso siguiente se generalizó a todo el Primer Ciclo, incluyéndola en el Plan de Centro. Los quintos y los sextos se implicaron en el proceso de lectura solidaria con los primeros y segundos.
EMILIO Y CARLOS
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